Es necesario impermeabilizar las fachadas de cualquier edificación o proyecto de edificación para garantizar que sean resistentes ante uno de los mayores peligros para cualquier construcción, el agua y la humedad.

El agua es capaz de deteriorar las construcciones lentamente hasta ser dañadas más allá de la reparación.

 

El deterioro comienza superficialmente y, en este punto, sigue siendo posible la reparación, pero si se deja pasar, comenzará a degradar las estructuras de la construcción, debilitándolas hasta el punto de caerse a pedazos por si solas. ¿Cómo es el proceso de impermeabilización entonces? Sigue leyendo.

 

¿Qué es la impermeabilización?

 

Es el proceso que permite aislar el exterior de una construcción. Con ella se está evitando que cualquier líquido pueda filtrarse al interior, protegiendo la integridad de esta y aumentando su durabilidad general. Es uno de los procesos más importantes y que siempre se debe realizar en toda edificación para asegurar que la estructura no se debilite.

Actualmente hay una gran cantidad de materiales, alternativas y técnicas para impermeabilizar la fachada de un edificio que usar. Tanto es así que es posible optar por impermeabilizar tanto el exterior como el interior, aunque en el artículo de hoy nos referiremos a la fachada.

 

 ¿Cuáles son los beneficios de impermeabilizar?

 

  1. Cimientos con mayor protección: el agua es perjudicial para los cimientos, un flujo constante de esta puede debilitarlos hasta el punto de que aplicar la más mínima presión podría hacerlos ceder, poniendo en riesgo la vida de quienes habitan dentro. Pero la impermeabilización impide que esto suceda, eliminando el riesgo por completo.
  2. Evitar manchas por humedad: si evitas la humedad, también te olvidarás del moho, que de por sí mismo es peligroso para la salud de quienes habiten el lugar. Además de aumentar el valor total de la propiedad gracias a estar protegido contra tal riesgo.
  3. Hay un menor riesgo de cortocircuitos: los edificios cuentan con un cableado eléctrico, el cual si llega a entrar en contacto con agua podría generar un cortocircuito y, en el peor de los casos, incluso incendios.
  4. Mayor seguridad: es posible aprovechar todo el espacio del lugar sabiendo que ningún punto puede colapsar.
  5. Mejora el aislamiento térmico: al aislar la fachada habrá un aumento en la temperatura interior, haciéndolo más apto para climas fríos.

 

Cómo se realiza la impermeabilización

 

Evitar la aparición de filtraciones o problemas relacionados a la humedad es más fácil de lo que parece, basta con impermeabilizar la fachada utilizando productos de calidad. Otras opciones más baratas pueden deteriorar rápidamente el trabajo ya hecho, no solo anulando la impermeabilización, si no que también puede penetrar hasta el interior de la edificación.

Antes de impermeabilizar una fachada, es necesario reparar cualquier grieta o hueco existente en las paredes y techos para evitar fugas. Además, si la pintura está en mal estado o “desconchada” es recomendable deshacerse de esta y volver a pintar para que el impermeabilizante se adhiera con mayor facilidad.

También es necesario eliminar cualquier rastro de moho y lavar las superficies afectadas rigurosamente antes del tratamiento. Una vez se han tomado todas las precauciones, la fachada esta lista para ser impermeabilizada.

Existen varias formas de hacerlo, la más fácil consta de aplicar una capa de imprimación para mejorar la adherencia de la fachada y su absorción superficial. Luego hay que aplicar pintura fresca, seguida de producto impermeabilizante en el área que se trabajó anteriormente.

Con esto es suficiente para impermeabilizar la fachada de una construcción. Siempre y cuando las preparaciones hayan sido seguidas al pie de la letra, no habrá filtración alguna. Mejorando la resistencia de la fachada a los caprichos meteorológicos de la naturaleza, manteniéndola libre de cualquier problema relacionado con la humedad y asegurando su estructura al 100%.

 

Formas alternativas de impermeabilizar

 

Como ya se ha mencionado, existe más de una forma para impermeabilizar una fachada, según cuales sean las características de los muros, es posible aplicar distintas técnicas, como las siguientes:

  • Sellador incoloro: se usa en paredes hechas de ladrillos para detener las filtraciones.
  • Pintura plástica impermeable: técnica complementaria para añadir más protección a la fachada si está expuesta a grandes cantidades de lluvia.
  • Recubrimiento de cemento: usa una masa de cemento para repasar muros rústicos o en mal estado.
  • Pintura silicato: tipo especial de pintura que solo se aplica si la fachada no fue cubierta con cal o yeso alguna vez.

 

¿Dónde encuentro ayuda profesional?

 

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